A pesar de 20 años de crecimiento continuo, los nuevos IPO se cuentan con los dedos de la mano (señal de que el sector privado local aún es muy cerrado), el Estado, que planteó la posibilidad de listar acciones de empresas públicas (similar al caso exitoso de Colombia), nunca concretó esa promesa y dio pasos atrás, las AFP compraron acciones por años bajando los floats y contribuyendo a la liquidez y, para colmo, se puso un impuesto a las ganancias de capital anticompetitivo que nos hizo más caros que nuestros vecinos y socios en la Alianza del Pacífico: Chile, Colombia y México.