La magnitud de la crisis sanitaria dará paso a una crisis económica de proporciones. Salir de ella de manera acelerada es el principal reto para el Estado y el sector privado peruanos. El impacto más fuerte se dará entre abril y junio, y con el invierno es posible que se prolongue algo más. La lenta reincorporación del aparato productivo debido a las cuarentenas totales y parciales que pueden venir complicará el proceso de recuperación.
Fuente: Revista G de Gestión – Innovación Financiera