Cada vez más, las líneas que diferencian el hogar y el trabajo irán desapareciendo. Fuente: El Comercio
Los consumidores están cambiando, y con ellos, manera en cómo se venden u ofrecen productos y servicios.
De acuerdo con Claudia Boggio, directora ejecutiva de Infinito Consultores, en el mediano plazo las líneas que separan el hogar, el trabajo y los espacios de diversión irán desapareciendo. “Si de pronto quieres irte a trabajar seis meses desde Paris o desde el pueblo o la ciudad donde vive tu familia por un tema de salud, lo vas a poder hacer. El consumidor del futuro va a tener la libertad para trabajar desde el punto que quiera y de la manera en elija”, asegura la especialista, quien participó de la octava edición del CEO Leadership Forums realizado hoy.
Los futuros consumidores continúa, ya no están interesados en comprar activos sino más bien en alquilarlos. “Se pueden alquilar hogares y vehículos previsionales […] Hay que saber cuáles son las preferencias de los nuevos usuarios, dónde es que buscan este tipo de servicios, en qué ciudades y por cuanto tiempo”, apunta Boggio.
En este escenario, será necesario que las empresas modifiquen sus propuestas de valor, teniendo en cuenta que la diferencia entre estar o no conectado tampoco existirá. Para Boggio, el acceso será un bien tan común como la electricidad. Esto, a su vez, significará que la capacidad de compra de estos consumidores va a ser permanente.
“Por eso tenemos que estar proponiendo las nuevas formas de negocio y pensando en cómo debe cambiar para poder llegar al nuevo consumidor. Los modelos de negocio que tenemos hoy no están preparados para eso”, asegura. Esto, además, pensando no solamente en los negocios concentrados en el consumidor final, sino también en el B2B (‘business to consumer’).