Las recientes elecciones presidenciales y congresales han mostrado una inusual radicalización en el electorado, escenario similar al observado en diferentes países alrededor del mundo durante la pandemia. El COVID-19, además del impacto negativo en muertes y deterioro de la salud, ha tenido como consecuencia una significativa disminución del empleo y un incremento importante de la pobreza, especialmente en los países más pobres.
Fuente: Revista G de Gestión – Innovación Financiera