La incertidumbre política actual pasa factura, y mucho. Y este tema no solo se refleja en el sentimiento negativo de los inversionistas, sino también en los bolsillos de ricos y pobres, siendo estos últimos los que más pierden. La historia suele repetirse de maneras poco imaginativas: si un gobierno crea desconfianza, entonces todos buscan protegerse, y dichas decisiones generan consecuencias negativas que, en circunstancias normales, exigen a la administración de turno tener mucho cuidado para evitar situaciones que sean perjudiciales.
Fuente: Revista G de Gestión – Innovación Financiera